miércoles, 11 de abril de 2012

Promesas NBA: Thomas Robinson


Existen jugadores que están nacidos para jugar en la NBA. Bestias de la naturaleza esculpidas con pequeñas dosis de talento. Sabedores de que solo el entrenar más que ninguno los llevará a lo más alto. Thomas Robinson, jugador del actual subcampeón de la NCAA, los Kansas Jayhawks, es uno de ellos. 

Su progresión en el mundo del basket es un ejemplo de madurez, constancia y sacrificio. Ha sabido esperar su turno, su momento. En su etapa de High School estuvo en la Brewster Academy donde sus dotes defensivas y su físico lo elevaron hasta los 16 puntos, 13 rebotes y 5 tapones por partido.

Su etapa universitaria fue dura, lesiones, pocos minutos al inicio y la desafortunada muerte de su madre. En esos momentos en la que la vida le daba un golpe tras otro demostró su fuerte mentalidad. Y siguió luchando, siempre con el recuerdo de su madre. Su primer año en Kansas tan solo tuvo una media de 7 minutos partido.




Ya en su segunda temporada , como Sophomore, Robinson pasó a ser el hombre fuerte del banquillo, actor secundario. Su cantidad de minutos se duplicó, y su estadística se engrosó hasta unos 7.6 puntos y 6.3 rebotes de media. Había mucho potencial encerrado en él, pero nunca salió quejándose ni pidiendo mayor protagonismo. Sabía que su momento llegaría. Y así ocurrió en la presente temporada, donde se ha convertido en el líder de su equipo, protagonizando partidazos como ante Dakota en el que anotó 31 puntos y capturó 20 rebotes. Además ha llevado a su equipo hasta la final de la NCAA, cayendo ante el poderoso Kentucky de Anthony Davis.

Como mencionaba anteriormente, Thomas Robinson es una fuerza de la naturaleza. Tiene físico, fuerza y longitud. Tres cualidades que lo convierten en un atleta puro, con una explosividad y rapidez muy buenos  movimientos para un tipo de su físico. Jugador agresivo y duro cerca del aro, donde le gusta jugar el mayor tiempo posible. Consigue puntos debajo de canasta y es un finalizador espectacular, lo cual tiene mucho tirón en la NBA.



Muy superior a los pívots lentos gracias a la rapidez en su primer paso. Aunque al no ser un jugador muy técnico depende en exceso de su condición física, lo que le acarrea ciertos problemas ante pívots más ágiles y altos que él. Por ello debe y está desarrollando su tiro a media distancia.

Una cualidad en la que destaca por encima del resto es en su capacidad reboteadora. La energía que derrocha en cada una de sus acciones junto a su capacidad atlética y altura hacen de él un rival más que complicado con el que pelear un rebote. No tiene mala habilidad defensiva, pero esta agresividad llena su contador de faltas muy rápidamente, perjudicando su número de minutos en cancha.

Pese no haber jugado con fluidez en sus dos primeros años, este último ha mejorado su juego de pies y pulido su técnica. Se ha adaptado a jugar en zona recibiendo pases de sus compañeros. En esa posición es capaz de machacar sobre sus contrarios cual titán, o con movimientos enérgicos se zafa de sus rivales buscando hueco para canasta fácil.

Maneja muy bien el balón, pese a su altura, y si mejora su rango de tiros puede convertirse en un ala-pívot desequilibrante. Aunque tendrá que aceptar de inicio un rol de rotación en la NBA. No tardará no obstante en ganarse el favor de los aficionados con su juego vistoso y mates voraces. En el draft de este año se habla de que probablemente acabe como tercero en la elección, aunque hay sectores que lo ven luchando cara a cara con el gran favorito Anthony Davis, con quien ha tenido una bonita lucha por ser el mejor jugador de la NCAA este año.


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