martes, 8 de mayo de 2012

Promesas del baloncesto: Rasmus Larsen


El baloncesto europeo se está haciendo más cercano en determinados países europeos, que en épocas pasadas no tenían mucha tradición balocentística. Así, países como Finlandia, Suecia, Islandia, Dinamarca, etc comienzan a mimar más sus bases y fruto de ello son los jóvenes valores que están apareciendo. Uno de estas perlas 'exóticas' que más prometen es el danés Rasmus Larsen.

Críado en el desconocido Vaerlose PBK, este año ya está disputando minutos con el primer equipo, pese a contar con tan sólo 16 años. En total disputa una media de 7.9 minutos con 2.0 puntos por partido en la liga nacional. El Vaerlose acabó séptimo este año y fue eliminado en los cuartos de final de los play-offs por el título ante el Svendborg. A nivel de selecciones, este pasado verano consiguió la medalla de plata del Europeo Sub-18 B con su selección, con dos años menos que el resto de sus compañeros. Para muchos, Rasmus Larsen es la mayor promesa de Europa del 94 tras Dario Saric.



Como juagdor se puede decir que es uno de los mayores talentos del baloncestos juvenil. Con un posible futuro NBA gracias a la fusión de físico, envergadura y talento. Tiene una parte superior del cuerpo muy desarrolada para su edad y un tren inferior que no se queda corto, muy trabajado. Pese a su altura, es un jugador muy móvil que corre bien la pista y tienen movimientos muy coordinados.

Ofensivamente posee muchos recursos para dominar todas las facetas de un hombre de altura. Es sólido en pintura, y tiene la capacidad y técnicas necesarias para crearse tiros por sí mismo en la zona, optando mucho por los ganchos y tiros bombeados. En el perímetro se maneja bien con el balón siendo capaz de encarar a su marcador en el uno contra uno y hacer una buena selección de pases. Buen tirador tanto tras bote como sin él. Tiene un buen porcentaje de tres. En general tiene un gran sentido para el juego y puede tanto realizar una finta a su marcador y meterse en la zona, como fabricarse un tiro desde cualquier posición.

Defensivamente, gracias a su altura y su timing en el salto es capaz de taponar frecuentemente. Y gracias a su agilidad no pierde la posición con los jugadores que lo sacan fuera del perímetro. En la actualidad, le gusta jugar más en el perímetro que en la zona. Hecho que muchos consideran un desperdicio de altura y su capacidad de hacer mayor daño en el interior.

Hay quien considera que le falta coraje y agresividad en la zona interior, que evita el contacto físico y que por ello prefiere jugar fuera, desde el perímetro. Debe pulir este defecto, puesto que en el baloncesto profesional se encontrará exteriores con mayor velocidad y agilidad que le pueden hacer mucho daño, y por ello debe aprender a jugar más de interior. Es la esperanza del baloncesto danés y escandinavo en general, en él residen muchas de las esperanzas de hacer desaparecer el típico mito de que los del norte son muy fríos.

Su futuro es incierto. En un principio parecía ligado a la NCAA, en la liga universitaria norteamericana. Pero a lo largo de esta temporada, Larsen ha ido recapacitando y ve que quedarse en Europa y aprender las nociones del baloncesto europeo en un gran equipo del continente le pueden ayudar mucho más en su progresión que si se fuera a EEUU.

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