Óliver Torres nació en un pequeño pueblo de Cáceres llamado Navalmoral de la Mata, en el seno de una humilde familia. Su nombre en honor de los dibujos 'Oliver y Benji' ya hacía presagiar el destino que el fútbol le tenía guardado. Desde muy pequeño tenía en la cabeza dedicarse al fútbol, así con 10 años se marchó a la Fundación Marcet (Cataluña) para aprender lo máximo posible.
No obstante a los 13 años, el Atlético se fijó en él y desde entonces se ha ido convirtiendo poco a poco en un jugador de mayor relevancia en en el conjunto rojiblanco. Pero trabajó le costó. A edades tempranas, hay muchos entrenadores que se fijan en el físico de los chavales, sin pararse en el talento que tienen en sus botas. Así se pierden muchos futbolistas. Con Óliver las cosas no fueron fáciles debido a su limitado físico por aquel entonces, pero el trabajo diario lo han llevado hasta donde se merece. Recientemente ha sido nombrado MVP del Copa Atlántico sub-18 y con el Atlético es líder de su grupo en juveniles. Además ha sido también convocado por la sub-19, aunque unas molestias le impidieron acudir al a concentración.
En su actual equipo de División de Honor es el líder absoluto del mismo. Esto se lo ha ganado por su implicación en los partidos. Es un jugador que le gusta mandar y ayudar a sacar el balón. No es raro verlo en su propio campo entre la línea defensiva y el medio campo ayudando a sacar el balón de forma ordenada, y sobre todo elegante. Y es que Óliver es un mediapunta con una calidad exquisita y con un juego fantasioso, muy llamativo para el espectador.
Técnicamente es un jugador que destaca por tener un buen pase en corto y en largo. Puede sacar el balón jugado al primer toque o con combinaciones cortas, o también con cambios de juego que descolocan al equipo rival. Desde algunos sectores se le ha criticado por ser un jugador que busca el lucimiento personal y que abarca demasiado campo, introduciéndose en las posiciones de sus compañeros. Pero estos aspectos los ha ido perfeccionando con el tiempo. Es un auténtico trabajador, que se sacrifica y no duda en presionar el primero. Su carácter lo puede llevar lejos, pero tendrá que acostumbrarse a jugar en posiciones más atrasadas quizá en un futuro.
No obstante, Óliver puede llegar muy alto en el fútbol si sabe mantener la cabeza. Por ahora el Atlético lo ha renovado recientemente por las numerosas ofertas que el club ha recibido. Ha llamado tanto la atención que la propia Adidas lo ha firmado para patrocinarlo. Sin lugar a dudas, que Simeone ya lo sigue de cerca. ¿Lo veremos debutar pronto con el primer equipo?
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