Algunas de las cualidades en que más me fijo en un deportista son su humildad y espíritu de superación. Dos axiomas imprescindibles para lograr el éxito. Y por desgracia, no todos siguen estas pautas. Pero no es el caso de Michael Gilchrist. Tan humilde e introvertido que existe una historia muy curiosa sobre él. Le comunicaron a su madre que su hijo fue nombrado como el mejor jugador de la High School a nivel nacional. Fue a darle a la noticia a su hijo, y Michael le contestó que eso no le gustaba, que si podían cambiarlo a la posición 15. Historia que refleja la personalidad de este chico, el cuál prefiere mantenerse alejado de los focos.
Su época de High School la pasó en St Patrick's, donde se erigió como líder y absoluto referente a nivel estatal. Su promedio fue de 19.4 puntos, 14.9 rebotes, 6.3 asistencias y 3.2 tapones por partido. Estas estadísticas y su afán de mejora llamaron pronto la atención de muchos medios, y sobre todo de universidades. El 14 de abril de 2010 anunció que su universidad de destino sería Kentucky. Ese mismo verano se proclamó campeón del mundo sub-17 con Estados Unidos. Ya entrando en la presente temporada su promedio oscila en los 12.6 puntos, 7.5 rebotes y 2.2 asistencias por partido. Su entrenador, Kalipori, lo tiene en alta estima, valorando con gran asiduidad su entrega y capacidad de sacrificio. Ha llegado a mencionar que en toda su carrera como entrenador nunca tuvo a sus órdenes un jugador tan trabajador como Gilchrist.
Profundizando en detalles técnicos hay que comenzar explicando que Michael Gilchrist es un alero que hasta ahora ha jugado de 4, pero que tiene su futuro perfilado como 3. Por ello debe a comenzar a trabajar esa posición para ser un jugador referente en la NBA. Es un alero muy talentoso con una capacidad de rebote sobresaliente. Es espectacular verlo saltar en un mar de brazos y llevarse con absoluta facilidad el balón ante la mirada impotente de sus rivales. La defensa es su arma más preciada y que más lejos lo puede llevar, puesto que en la NBA esta virtud es muy bien considerada. Sabe anticiparse en las líneas de pase y girarse rápidamente en las transiciones defensivas de su equipo. Tiene claro que la defensa es una combinación de actitud y compromiso. En su etapa de High School era capaz de defender de 1 a 5s, ya en la universidad ha rebajado su capacidad a de 1 a 4s.
Cuando combina su envergadura con su inteligencia, se convierte en un auténtico fenómeno tanto con balón como sin él. Además es un líder nato. Le gusta hablar en el campo con sus compañeros y ordenarlos, motivarlos. A su vez esto lo complementa con una mentalidad de fuerte cohesión con su equipo. Le gusta asistir a sus compañeros y que la única meta sea la victoria. Desde joven sus entrenadores le colocaban en muchos partidos como base para que adquiriera capacidad de análisis de los partidos.
Ofensivamente es un jugador bastante bueno, muy efectivo cuando se prepara sus tiros. El único pero es su escaso bagaje en la línea de 3, aunque está luchando por ir mejorándolo y ya lo está demostrando en Kentucky, donde en varios partidos se le ha visto con confianza anotando triples con buenos porcentajes. Lo mejor que tiene, y que saben quienes lo conocen, es que un duro trabajador, y esto le permite tener una línea de progresión elevada. Tiene ganas de ser cada día mejor. Ese es su objetivo, pero si sigue por este camino y lo consigue, lo de estar alejado de los focos lo tendrá complicado. Tendrá que acostumbrarse a los micrófonos. Por ahora las previsiones para el Draft 2012 lo sitúan tercero, veremos dentro de unos meses en que puesto es drafteado.
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