Andrés Artuñedo ha completado un año notable, en el que ha acabado como segundo mejor tenista sub-21 del país. Una temporada un tanto irregular, pero que en cierta manera cumple las expectativas de progresión del tenista, aunque para la próxima temporada las metas serán más ambiciosas. Comenzó el 2013 en el puesto 587 de la ATP, y lo ha cerrado en el 340. En total ha ascendido 247 puestos, un buen bagaje para el valenciano.
El comienzo fue bastante malo. Desastroso sería el mejor adjetivo. En dos meses y un total de seis torneos tan solo consiguió vencer dos partidos. Muchos comenzaron a dudar de él, porque su nivel no se correspondía con lo que llegó a demostrar en el 2012. Para intentar dar la vuelta a este mal inicio, Artuñedo decidió probar suerte en Grecia, y parece que el cambio de aires le sentó genial. En tierras griegas logró proclamarse campeón del Futures de Heraklio venciendo en la final a Carlos Gómez Herrera. Y la semana siguiente alcanzó las semifinales en otro Futures griego, perdiendo ante el belga Germain Gigounon.
A partir de este momento, la dinámica cambió y el buen juego apareció. Con ello los resultados llegaron. Y con éstos la confianza para afrontar torneos de más nivel, torneos Challengers. Y su gran hazaña de la temporada llegó en el Challenger de Guimaraes (Portugal) que desde la previa se metió en semifinales en donde perdió contra el rumano Marius Copil.
En agosto, ganó el prestigioso Futures de Pozoblanco y alcanzó la final en Bejar. Durante el verano se encontraba en su mejor estado de forma y decidió apostar principalmente por Challengers. Pero en el final de campaña fue flaqueando y sus luchas se centraban en pasar previas. Algunas veces con éxito y otras no. Probó suerte en la previa del ATP 500 de Valencia, pero el colombiano Alejandro Falla se interpuso en su camino.
Así pues, se puede resumir su temporada con un inicio y finales flojos, pero adulzados por un magnífico resto de temporada, principalmente entre los meses de abril y agosto. Sus objetivos para el 2014 deben centrarse en consolidarse en el circuito Challenger e intentar luchar por algún torneo incluso. Estar cerca del Top 150 a final de año no es descabellado si Andrés se muestra más regular durante toda la temporada.
Nota: 7
Nota: 7
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