Doy comienzo hoy a una serie de diez artículos sobre los diez mejores tenistas sub-21 de España del 2013. En primer lugar, y como referente actual de la cantera nacional, hablaré de Roberto Carballés. Tenista nacido en Granada hace ya 20 años, cuyo nombre sonó con fuerza en 2010 al convertirse en el español más joven, tras Rafa Nadal, en ganar un torneo Futures. Desde entonces ha llovido. Cierto es que no ha seguido la progresión que todos esperábamos, aunque sí que se ha convertido en el mejor de su generación. Aún así lejos aún de otros grandes nombres que han salido últimamente como Pablo Carreño o Javier Martí.
Comenzó el año en el puesto 322 de la ATP y lo finaliza en el 264, es decir, ha subido un total de 58 posiciones en 2013. Escaso bagaje para los objetivos marcados a principios de temporada. Una temporada que se puede dividir en dos fases para facilitar su análisis. Una primera marcada al comienzo de temporada por su participación en Futures nacionales, y una segunda en la que Carballés se introdujo en el circuito Challenger.
Como mencionaba el año comenzó con la participación en varios Futures. De un total de seis torneos consiguió cuatro finales y una semifinal. Sin embargo, para su nivel faltó que lograra proclamarse campeón en alguno de estos Futures. Pero un nombre se le puso por delante. Un tenista que se convirtió en su bestia negra durante la temporada. Hablo de Pablo Carreño, ex número 1 sub-21 español, quien venció en cuatro ocasiones en este inicio de temporada a Carballés, tres de ellas en la final. Más adelante también se enfrentaría a él en dos ocasiones más, en Challengers, en las que también perdió, pero de manera más ajustada.
De abril a junio probó en las previas de algunos Challengers, incluso del ATP 250 de Casablanca, sin mucha fortuna. También recibió invitación del ATP 500 de Barcelona, perdiendo en la 1ª Ronda ante Nikolay Davydenko 6-1/6-4.
Un breve paréntesis disputando el Futures de Palma del Río, que perdió en la final ante Gerard Granollers, le permitió cargar las pilas, y llegaron sus mejores resultados del año. En julio alcanzó los cuartos de final en el Challenger de Poznan (eliminado por Pablo Carreño) y en el Challenger de Orbetello (Italia), una semana más tarde, consiguió su mayor hazaña de la temporada al meterse en semis, siendo eliminado por Filippo Volandri (4-6/6-4/6-1). No obstante, este punto de inflexión positivo fue seguido de un bajón que duró hasta septiembre. Durante esta fase lo máximo que logró fue unos octavos de final en el Challenger de Brasov.
Su bajo nivel en Challenger y su estancamiento, provocó su vuelta a los torneos Futures en donde Roberto logró sonreír de nuevo, de forma intermitente, al meterse en la final del Futures de Sabadell y sobre todo al ganar el Futures de Sant Cugat tras vencer en la final a Guillermo Olaso (6-3/6-2). En este torneo se vislumbró el verdadero potencial de este tenista. Destellos que aún presagian un futuro esperanzador para Roberto Carballés. Ha sido un año de cierto estancamiento, pero cierto es que el granadino ha ganado experiencia en torneos de mayor nivel, y sin duda, y estoy convencido, el 2014 será el año del salto de Roberto Carballés.
Nota: 4
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