Buen 2013 para Oriol Roca. El tarraconense acaba la temporada como cuarto mejor tenista sub-21 del país, sin duda un excelente premio. Roca comenzó el año en la posición 790 de la ATP y lo finaliza en el 495, es decir, un total de 295 posiciones ha subido en la clasificación desde enero a diciembre.
El comienzo fue duro para Oriol. Partiendo de las previas de los Futures, en ocasiones sin pasarlas, tenía enfrentamientos muy duros en las primeras rondas de los cuadros principales. En los tres primeros meses del año lo único destacable fueron sus cuartos de final en Reus, donde perdió ante el italiano Enrico Burzi.
Tuvo Wild Card para la previa del ATP 500 de Barcelona, siendo emparejado con el kazajo Mikhail Kukushkin, a quien plantó cara forzando el tercer set. Esto sirvió como punto de inflexión para Roca. Ante un rival del nivel del kazajo vislumbró su potencial para alcanzar mayores cotas en los torneos Futures. Y en el siguiente que disputó en Balaguer, se metió en semifinales, eliminado por Andoni Vivanco.
De mayo a julio se notó un incremento en la regularidad en el juego de Roca, y lo más importante, también en los resultados. El balance en estos tres meses fue de cuatros cuartos de final y dos semifinales. Estos resultados le permitieron escalar en el ranking y ahorrarse las pesadas previas.
El mes más tranquilo de agosto dio paso al mejor mes de su temporada, septiembre. La primera semana de septiembre dio muestras de un nivel alto plantándose en las semifinales del Futures de Oviedo. Pepe Checa lo apartó de su primera final del año. No obstante, ya en tierras madrileñas Oriol Roca consiguió su mayor éxito como tenista profesional hasta el momento. Empezó con otras semifinales en el Futures de Madrid. Y en el siguiente campeonato logró la gloria en el Futures de Getafe al proclamarse campeón del mismo, tras vencer en la final al canario David Vega (7-5/6-3).
Una vez en la cima, el final de año fue cuesta abajo en resultados. Tras la victoria en Getafe, vinieron dos cuartos de final en Sevilla y Sabadell. En el resto de torneos hasta final de temporada se quedó estancado en los octavos de final.
Resumiendo, el 2013 ha sido un año de crecimiento para el catalán. El mantener esta constante debe ser el objetivo principal de 2014. Ser uno de los pesos pesados en el circuito Futures y comenzar a probar suerte en algún Challenger para calibrar su potencial máximo.
Nota: 8
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