El 2013 ha sido el año de explosión de Ricardo Ojeda. Con 20 años ya llevaba algunas temporadas intentando meter la cabeza en el mundo del tenis. Tarea no fácil hoy en día, más con las dificultades económicas que tienen algunos tenistas para poder disputar torneos y viajar. Pero como decía, esta temporada ha sido la del salto del tenista gaditano. Comenzó el año en la posición 974 de la ATP y lo finaliza en la posición 598. Ha logrado ascender 376 puestos en la clasificación mundial y además colocarse como séptimo mejor tenista sub-21 de España.
Su inicio de temporada fue peculiar ya que comenzó probando suerte en el circuito Futures de Estados Unidos. Disputó un total de 3 torneos en el país americano, aunque en tan sólo uno consiguió pasar de la fase previa. De vuelta a España siguió atascado en las rondas previas, y no sería hasta marzo en el que logró alcanzar unos cuartos de final. Fue en el Futures de Reus, y su verdugo el venezolano Ricardo Rodríguez.
A partir de la minigira catalana, los resultados fueron mejorando para Ojeda. Aún inmiscuido en las pesadas fases previas, era ya habitual verlo alcanzar los octavos de final con facilidad. Incluso en mayo, en un torneo celebrado en Guimaraes (Portugal), Ojeda se metió en semifinales, donde fue eliminado por el italiano Riccardo Ghedin.
Pasada ya media temporada se veía que el nivel de Ricardo Ojeda con respecto a la temporada anterior era muy superior. Los resultados seguían llegando. A principios de junio, en el Futures de Melilla, nuevamente consiguió clasificarse para semifinales, esta vez eliminado por Iván Arenas. En julio logró encadenar en tres torneos consecutivos cuartos de final. Seguía subiendo en el ranking y las duras fases previas ya eran cosa pasada.
Uno de los momentos más especiales llegó al recibir la Wild Card para disputar el Challenger de Sevilla. En este se enfrentó en primera ronda a una de las promesas del tenis argentino, Renzo Oliva, quien le derrotó 6-3/6-2. Tras este Challenger vinieron dos semanas más flojas en donde no consiguió ganar ningún partido en dos torneos. Pero faltaba por llegar lo mejor.
El final de temporada para el gaditano fue excelente. En Portugal accedió por primera vez a una final como tenista profesional. Fue en el Futures de Porto, y tan solo el japonés Taro Daniel evitó que levantara su primer trofeo. La siguiente semana, aún en Portugal, alcanzó los cuartos de final. Para cerrar el año, Ricardo fue a la minigira canaria donde cosechó buenos resultados. Semifinal, cuartos de final y octavos de final fueron su bagaje.
Sin duda Ojeda puede estar muy contento del balance final del 2013. Su progresión ha sido notable, conviertiéndose en uno de los mejores tenistas españoles del circuito Futures además de ser el séptimo mejor tenista sub-21 del país. Las metas para 2014 son asentarse y lograr por primera vez un título como profesional. O varios, ya que con 20 años tiene una larga carrera por delante y con trabajo puede alcanzar altas cotas.
Nota: 8
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