El tenis australiano parece que está recuperando el gran potencial que años pasados mostró. Son varios los nombres que destacan entre esta nueva generación, principalmente resalta el de Bernard Tomic, al igual que recientemente el de Matthew Ebden. Pero desde abajo viene pisando fuerte un chico de 19 años llamado Benjamin Mitchell.
Actualmente ocupa el puesto 237 del ranking ATP, posición que ha conseguido gracias al estupendo 2011 que realizó, en el que ha subido desde el puesto 716. En total, la pasada temporada consiguió 4 Futures, tres de ellos en su país y el otro en España (Melilla) ante el español Roberto Ortega. Además en total ha llegado a otras 5 finales en torneos del mismo nivel, solo una de ellas fuera de su país, concretamente en Gran Bretaña.
Por lo tanto, se puede apreciar como gran parte de los puntos que ha conseguido, han sido en Australia. Este hecho lleva a pensar que quizá no tiene el mismo mérito que otros, puesto que sus principales rivales han sido australianos. Muchos dudan de su potencial por ello, pero hay que recordar que en España ha sido capaz de vencer un torneo, por lo que no hay que menospreciar su calidad.
Es destacable que Mitchell es de los pocos tenistas que han dejado prácticamente de lado el circuito junior, es decir, que han pasado directamente al circuito de Futures. Aún así, en 2010 llegó a la final de Wimbledon Junior en la que perdió ante el húngaro Márton Fucsovics 4-6 4-6.
Este año tiene como objetivo ganar experiencia ante rivales de mayor nivel, principalmente disputando torneos challengers. En este nivel ya ha probado en algún torneo el año pasado, pero sin mucho éxito. Por ahora ha comenzado la temporada disputando el ATP 250 de Brisbane donde cayó ante el japonés Tatsuma Ito 4-6 2-6.
La semana que viene comienza el Open de Australia donde Ben Mitchell ha recibido una Wild Card que le permitirá disputar la 1ª Ronda del Grand Slam, su rival será el americano John Isner, rival de altura, y nunca mejor dicho, para demostrar su potencial en un gran campeonato delante de su gente. Le seguiremos de cerca desde La Factoría.
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