¿Cuánto tiempo llevan anhelando en las islas británicas un tenista que vuelva a reinar en Wimbledon? Existen muchos proyectos de cantera en Inglaterra, precisamente para fomentar el crecimiento del tenis en aquel país. En los últimos años, tan solo Murray ha mostrado un potencial cercano al de los más grandes, aún así, siempre a la sombra de Nadal, Djokovic y Federer. La hierba de Wimbledon lleva muchos años esperando a un nuevo héroe nacional.
Una de las promesas que más están dando que hablar en Inglaterra es Liam Broady. Nacido en Stockport, ya desde los cuatro años le daba a la raqueta, aunque lo combinaba con otros deportes, como el fútbol. Conforme fue viendo que lo suyo era el tenis, fue aumentando la carga de entrenamientos y su futuro lo veía cada vez más ligado a este deporte.
En 2008 empezó a darse a conocer en el circuito internacional junior por su temprana edad y en 2009 recibió invitaciones para disputar las previas de algunos Futures. En 2010, siendo aún cadete su papel en los torneos juniors creció exponencialmente. Una meritoria final en el prestigioso torneo a croata Memorial Perin así lo atestigua.
Pero sin duda, el año de su lanzamiento a la fama fue el pasado 2011. Tras siete años sin tener un británico en la final de Wimbledon junior, Liam Broady inesperadamente se plantó en el encuentro final, y aunque perdió ante el australiano Luke Saville, en un vibrante encuentro, dejó un excelente sabor de boca a los aficionados que acudieron a verle. Sensación dulce que se convirtió en ilusión por verlo algún futuro coronándose entre los más grandes. Aunque ganó tres torneos juniors, el pasado año Liam se centró en los Futures donde tuvo buenos resultados como unas semifinales en Bressoire, partiendo desde la previa. Así acabó el año por encima del puesto 700 en la ATP.
El comienzo de este año no ha sido tan fulgurante como el pasado. Hasta ahora tan solo ha logrado como mayor éxito unos octavos de final en un Futures de su país, y ha bajado hasta el puesto 826 de la ATP. Pese a ello su nombre se ha ganado el respeto y el nivel necesario para ser teniendo en cuenta en las invitaciones a muchos torneos de mayor nivel en donde será capaz de ganar mucha experiencia.
Su estilo de juego se centra mucho en el servicio y en la volea. Perfeccionados desde el duro trabajo. Así su saque recuerda mucho al de Boris Becker, y gracias a ello le gusta aprovechar y subir a al red para volear de la forma tan espléndida como lo hace. Por ello, la superficie que mejor le va a su juego es la pista rápida. Aunque es un habitual del circuito Futures español, donde intenta aprender a perfeccionar su juego en pistas más lentas.
Cuando juega de fondo, le gusta abrir el juego, crear buenos ángulos que hagan moverse mucho a su rival. Aunque muy técnico en estos movimientos, le falta mayor consistencia para poder usarlo en torneos de mayor nivel donde los jugadores defensivos tienen un papel importante, y contra los que se necesita algo más para poder vencerles. Su potencial es muy grande, queda por ver como sabrá llevar la presión en su país donde ha sido elegido como príncipe heredero del tenis británico, una losa difícil de soportar si no tienes la cabeza bien amueblada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario