Era el gran partido final entre dos selecciones imbatidas hasta el momento. Quizá el mejor encuentro que se podía ver en el torneo. Y no defraudó. Tras 40 intensos minutos, España se llevó un partido que podía haber ganado cualquiera.
Aunque ambas selecciones ya estaban en semifinales matemáticamente, no aflojaron en ningún momento y mantuvieron un nivel altísimo en cada uno de los cuartos. Este partido quizá ha podido ser un previo a una posible final entre ambos equipos en donde lo que se jueguen no será el primer puesto del grupo sino el campeonato. Tras un intenso y luchado primer curto en el que Serbia se fue con una ventaja mínima de un punto, España comenzó a imponer su asfixiante defensa, que presionaba e imposibilitaba el juego balcánico, y a dominar bajo aros donde los pívots españoles se están imponiendo durante cada uno de los encuentros del torneo. Así se llegaría 31-25 al descanso a favor de los españoles.
Las cosas cambiaron en el tercer cuarto. Serbia consiguió mejorar su juego interior y con ello su abanico de posibilidades de cara al aro rival. Se pasó de tan sólo capturar 3 rebotes ofensivos en el primer tiempo, a imponerse al combinado español en esta faceta, disponiendo de hasta 2 y 3 ocasiones por canasta fallada. Acabaría el tercer cuarto con una Serbia en ventaja (39-43).
Era obvio que el último cuarto iba a ser crucial para el marcador final. Los serbios cometieron varias pérdidas que España aprovechó para irse con cierta ventaja que finalmente le daría la victoria (58-57) y el primer puesto del grupo. A las 18.30 España jugará la primera semifinal ante Turquía y posteriormente Alemania y Serbia disputarán la segunda.
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